En respuesta a la intensa presión para obtener resultados a corto plazo, las personas que trabajan para las corporaciones a menudo toman "desvíos" que no deberían. Utilizamos todo tipo de racionalizaciones para justificar estos comportamientos, de todo, desde: "todos lo hacen" a "nadie se va a lastimar por esto" a "Si me quejo, me despiden".
Muchos de nosotros queremos comportarnos éticamente, y también sabemos cuando algo no está bien. Pero puede ser muy difícil fundamentar nuestras creencias. En los últimos años, he explorado la cuestión de cómo se comportan las personas en situaciones éticamente comprometidas. Mis observaciones - junto con toda una serie de investigaciones en los campos de la psicología social, la neurociencia cognitiva y la economía del comportamiento - me han ayudado a comprender qué condiciones hacen que sea más fácil ésta fundamentación.
He aquí cómo nos podemos ocupar de las cuestiones éticas en el lugar de trabajo.
En primer lugar, darse cuenta que los dilemas éticos son una parte normal y previsible de su trabajo. Cada gerente, cada funcionario de finanzas, todos los profesionales de marketing tienen que resolver complejas (o no tan complejas) cuestiones éticas. No dejarse intimidar con la situación ya que el estrés puede limitar su confianza y capacidad para abordar estas cuestiones con eficacia.
Lo siguiente es tratar estas cuestiones éticas como cualquier asunto de negocios. No haga discursos auto-justificativos, sino que ordene las pruebas y argumentos, averigüe quién tiene que hablar, y luego haga un fuerte caso de negocios para hacer ésto correctamente.
En tercer lugar, haga frente al pensamiento racional. Si "todo el mundo lo hace," ¿por qué tenemos que tener una política en contra de este comportamiento? Si "no es perjudicial para nadie, ¿por qué los clientes han demandado a otras compañías por esta misma práctica? Y así sucesivamente.
En cuarto lugar, aprenda a manejar el "corte" psicológico de sus oyentes. Por ejemplo, las personas tienen problemas para concentrarse en consecuencias de largo plazo, por tanto identifique los mismos problemas a corto plazo, con seguridad resultará un comportamiento más ético.
Cómo se formula un problema puede hacer una gran diferencia. Como ejemplo, los participantes en una discusión estuvieron más abiertos a la idea de retirar un producto potencial por problemas de seguridad cuando se les preguntó qué tipo de mensajes dar a la prensa, en vez de enfocarse en el problema ético de la situación.
Cuando se plantean estas cuestiones éticas, la gente parece ser más eficaz cuando hacen un guión de lo que van a decir y cómo van a proceder. A menudo ayuda tener algunas ideas de nuestros colegas o compañeros.
Artículo original en: http://blogs.hbr.org/cs/2010/02/you_know_whats_right_but.html